He tenido la oportunidad de visitar las obras de la Cidade da Xustiza y os cuento lo que vi.
La Xunta de Galicia promueve en lo que fue el antiguo hospital de Vigo, anteriormente conocido como el Pirulí y posteriormente como Hospital Xeral y que fue inaugurado en 1947. La rehabilitación del gran edificio ha sido una tarea técnicamente muy complicada por el estado constructivo de las placas de hormigón (no eran de hormigón armado y fueron picardas a mano y reconstruidas incorporando barras de hierro) y también de las columnas, muchas de las cuales necesitaron un refuerzo por fuera. Hubo que retirar la cobertura de amianto que tenía el edificio, material prohibido por cancerígeno hace ya 20 años. En definitiva una obra muy compleja que ha supuesto un gran esfuerzo económico (más de 42 millones de euros), técnico y humano pero que ha merecido la pena, pues va a convertir a los juzgados de Vigo en un referente en toda España, como en su día lo fue el Pirulí.
Al edificio se han añadido dos sótanos para aparcamiento de funcionarios, con un total de 400 plazas y una escola infantil. En el vestíbulo irá el Xulgado de Violencia sobre a Muller, los mostradores de atención al justiciable y una gran sala de vistas para casos relevantes. La segunda planta va a acoger 18 salas de vistas y ya subiendo se van a situar las oficinas de los juzgados, la fiscalía, las salas de la Audiencia Provincial y la biblioteca. A la Cidade da Xustiza se van a mudar los 500 funcionarios de las más de 38 unidades judiciales que hay en Vigo.
Con esta obra se ha dado uso a un edificio que desde la construcción del Hospital Cunqueiro estaba vacío, lo que había provocado el declive del comercio en toda la zona de la rua Pizarro. El arquitecto gallego que ganó el concurso Alfonso Penela, ha querido con su proyecto dar una nueva oportunidad a un inmueble emblemático y magnífico que ha recuperado de alguna manera el aspecto que tenía en 1947, cuando se construyó.
Las vistas que se pueden ver desde las ventanas del edificio y las que se ven desde el mirador – terraza del último piso (actualmente es una sala de juntas) son realmente espectaculares.